Pedro Friedeberg
Han nacido pocos talentos matemáticos tan naturales como el que posee el Maestro Pedro Friedeberg. El manejo de la proporción, en sus manos, se convierte en lúdico, estático y perfecto.
Aquellos de nosotros que sentimos comodidad en los espacios de proporciones exactas, encontraremos en sus lienzos el momento ideal para reposar nuestra obsesión. Es entre trazos geométricos fríamente calculados que nuestra mente encuentra el gozo, la dicha perpetua de reconocer, intuitivamente, la proporción áurea.
Friedeberg se opone al racional-funcionalismo, en el que la función se sobrepone a la forma; el arte de este autor repudia la ausencia de ornamento y fantasía, por lo que su pintura, escultura y estampa están llenas de simbolismos metafísicos, religiosos, hindúes y aztecas.